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Los juegos del hambre

Los juegos del hambre

En una fecha futura no indicada, la nación de Panem ha salido de las ruinas de lo que una vez fue conocido como América del Norte. Debido a un fallido levantamiento de algunos de los distritos de Panem, un sorteo (conocido como la cosecha) se lleva a cabo para elegir a un chico y una chica de cada distrito, con edades comprendidas entre los 12 y los 18 años, para participar en los Juegos del Hambre, una competición en la que cada concursante, llamado tributo, lucha hasta que sólo queda uno vivo. El ganador recibe el honor, regalos, comida y suministros para no preocuparse por nada nunca más. La autoridad del Capitolio utiliza los Juegos del Hambre para recordar anualmente a los 12 distritos el castigo por su rebelión hace más de 70 años.

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El solterón y la menor

El solterón y la menor

La juez Margaret Turner ha estado tan ocupada con su trabajo, y la educación de su hermana Susan, que no ha tenido tiempo para el amor, a pesar de los intentos de seducción del ayudante del fiscal. El pintor Richard Nugent la conoce en un juicio celebrado a raíz de un alboroto en un bar. Además, resulta que Richard da conferencias sobre arte en el colegio de Susan, que se queda inmediatamente prendada del atractivo artista. Los problemas surgen cuando Margaret se da cuenta de que su hermana se ha enamorado del pícaro pintor.

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Historias de Chesapeake

Chesapeake Shores

Argumento

Abby decide volver al pueblo en el que se crio para pasar más tiempo con sus dos hijas y pasar más tiempo con su familia que debido a un acontecimiento del pasado, lleva años rota. Pronto se reencontrara con el amor de su adolescencia y empezara a surgir de nuevo algo entre ellos. Mientras sus hermanos y hermanas vivirán también su propia historia de amor.

Crítica

Es una serie que va mejorando con cada temporada. Lo que empieza siendo una historia romántica, se acaba extendiendo a toda una familia que poco a poco van tomando el protagonismo, aportando diferentes historias y personalidades. Desde luego, la familia O’Brien es la protagonista, indiscutible.

Es una serie ligera, con toques de humor en momentos, con toques de drama en otros pero siempre girando en torno al amor. En el amor familiar, una familia rota en el pasado, y en el amor romántico de cada hijo e hija O’Brien. No esperéis unos romances tórridos con escenas sexuales porque esta serie no destaca por eso. Son relaciones dulces, pausadas y románticas. Hay momentos más simples y cotidianos, con sus problemas y alegrías; y otros momentos muy muy románticos que te hacen suspirar un poquito.

Tanto la familia O’Brien como sus respectivas parejas son diferentes, y físicamente muy normales, lo que hace que empatices bastante con sus historias. Sus personalidades son tan variadas que funcionan a la perfección y la química y conexión que tiene todo el reparto hace que te creas de verdad que son una familia.

Las dos primeras temporadas para mí son las más flojitas en cuanto a las tramas románticas se refiere. Realmente despega el romance a partir de la tercera temporada. Pero si algo no me gusta de esta serie es como con ciertos personajes se les quita y pone una relación. Me explico: para no hacer spoilers no nombrare qué personajes son, pero hay unos personajes que conocen a su pareja y de repente cuando todo está bien, deja de funcionar por los motivos que sea, pero luego vuelven a parecer y lo vuelven a intentar. No me molestaría si no pasase tanto. Es que realmente llega a punto en el que esta táctica se repite bastante y a mí eso ya no me ha hecho tanta gracia.

En resumen: A pesar de eso la serie me ha encantado, los paisajes son idílicos y la serie entretiene y engancha por partes iguales. No es la serie romántica que más me ha gustado, no pretender ser una serie que destaque y luche por premios, simplemente es una historia sencilla que entretiene y enamora sin pedir nada más, sin intentar conseguir nada más.

Mi valoración es de primera y segunda temporada 3,5 y tercera y cuarta 4 sobre 5.

 

Crítica realizada por Sheila H.

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